2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (Reina-Valera 1960)
“Las Escrituras son llaves para abrir el conocimiento de Dios; si son mal interpretadas, pueden convertirse en cerraduras que impiden la comprensión. Por eso debemos examinarlas con cuidado, para que el mensaje divino sea comprendido en su verdad.” - Orígenes de Alejandría. (siglo III)
El versículo 2 Timoteo 2:15 es una de las exhortaciones más claras en la Biblia sobre el uso correcto de las Escrituras. En este pasaje, el apóstol Pablo instruye a Timoteo, un joven líder y pastor, sobre la importancia de manejar la Palabra de Dios con precisión.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado:
La palabra “procura” en griego es “spoudazo,” que implica hacer un esfuerzo con propósito y constancia. Pablo le insta a Timoteo a trabajar con dedicación y esfuerzo en su vida y ministerio, no para buscar la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. Ser “aprobado” significa pasar una prueba o ser calificado, como un trabajador cuyo trabajo es evaluado y encontrado excelente. La idea es que Timoteo debe vivir y enseñar de una manera que sea aprobada por Dios mismo.
Como obrero que no tiene de qué avergonzarse:
Aquí, Pablo usa la imagen de un obrero, alguien que trabaja arduamente y que no tiene nada de lo cual avergonzarse cuando presenta su labor. Esto se refiere a la integridad y honestidad con que Timoteo debe manejar el ministerio y la Palabra. Un obrero que cumple bien con su tarea no tiene nada que esconder o lamentar. La referencia al trabajo sin vergüenza resalta la importancia de ser transparente y auténtico en el ministerio y la enseñanza.
Que usa bien la palabra de verdad:
La frase “usa bien” en griego es “orthotomounta,” que literalmente significa “cortar rectamente” o “trazar derecho”. Esta imagen de “cortar recto” posiblemente proviene del mundo de la construcción o la agricultura, donde un trabajador corta o traza con precisión para asegurarse de que el trabajo sea preciso y bien alineado. Aplicado a la enseñanza, Pablo le dice a Timoteo que interprete y explique las Escrituras de manera correcta, sin desviarse ni añadir su propia interpretación. El “trazo” correcto de la palabra implica entender su contexto, respetar el mensaje original, y transmitirlo con precisión.
De manera semántica, el texto de 2 Timoteo 2:15 podría expresarse así:
“Esfuérzate con dedicación y empeño en vivir y enseñar de una manera que sea aprobada por Dios. Sé un trabajador de la verdad que, al presentar su obra, no tenga nada de qué avergonzarse. Interpreta y explica las Escrituras correctamente, con precisión y fidelidad al mensaje original, sin desviarte ni distorsionarlas.”
Aplicación en la Vida de los Creyentes
Este versículo tiene un gran impacto para aquellos que enseñan la Palabra de Dios o la estudian con seriedad. Pablo nos llama a estudiar las Escrituras con esmero y responsabilidad, reconociendo que lo hacemos ante Dios y que nuestras interpretaciones y enseñanzas deben honrarlo. Aquí hay algunas aplicaciones prácticas para los lectores de hoy:
Esfuerzo y Diligencia: La enseñanza y el estudio de la Biblia requieren disciplina y dedicación. La exégesis no debe tomarse a la ligera; requiere tiempo y esfuerzo para profundizar en el contexto y entender el mensaje original.
Integridad en el Ministerio: Así como el obrero de este pasaje no tiene nada de qué avergonzarse, nuestra relación con la Palabra y el ministerio debe caracterizarse por la honestidad, sin buscar manipular el mensaje para nuestras propias agendas.
Interpretación Responsable: La Biblia no es un texto para interpretarse al azar o según las opiniones personales. Trazar bien la Palabra implica un compromiso con la verdad, evitando distorsiones o usos fuera de contexto que pueden llevar a confusión o errores doctrinales.
2 Timoteo 2:15 nos recuerda la responsabilidad sagrada que tenemos al manejar la Palabra de Dios. Ya sea que enseñemos, prediquemos, o simplemente estudiemos la Biblia, este versículo nos exhorta a esforzarnos por ser obreros aprobados por Dios, que no tengan de qué avergonzarse y que interpreten con precisión. En una época en la que las enseñanzas y doctrinas erróneas pueden propagarse rápidamente, este llamado a “usar bien la palabra de verdad” es más relevante que nunca.
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