Atender los síntomas solo trae alivio pasajero ante un problema que persiste. La decadencia moral del posmodernismo, es solo uno de los efectos del auge del relativismo. Esta es una corriente filosófica que sostiene que las verdades, valores o estándares éticos son relativos a contextos específicos, como culturales, históricos, individuales o sociales, en contraposición a ser absolutos o universales. En otras palabras, el relativismo afirma que no existen verdades o valores objetivos que sean aplicables en todos los casos, sino que éstos dependen de factores subjetivos o contextuales. Del papel a la realidad, en síntesis, el relativismo se levanta contra cualquier absoluto, y contra toda estructura establecida.
El relativismo como camino de la decadencia moral.
Todo es verdad y nada es verdad simultáneamente. En la percepción de la verdad, el relativismo cuestiona la posibilidad de alcanzar una verdad absoluta, sosteniendo que el conocimiento es relativo a contextos específicos y a las creencias individuales. Esto ha influido en la forma en que la sociedad percibe la autoridad de la ciencia, la religión, la política y otros ámbitos. El relativismo ético sostiene que no existen principios morales absolutos, sino que las normas morales son relativas a cada cultura, individuo o situación. Esto ha llevado a una mayor tolerancia hacia diferentes sistemas de valores, pero también ha generado debates sobre la existencia de una base moral común para la sociedad.
Todo el auge del relativismo ha tenido un impacto significativo en el posmodernismo, desvirtuando los estándares que hicieron prósperos a muchos de los países occidentales.
(1) Expansión de la promiscuidad y la falta de compromiso.
El relativismo ha ejercido una influencia significativa en la percepción de la sexualidad, desvinculándola de normas morales establecidas. Esta desvinculación ha llevado a una creciente inmoralidad sexual, caracterizada por la promiscuidad, la objetivación y la falta de compromiso en las relaciones íntimas.
Resultado: La promiscuidad y la aceptación de conductas sexualmente inmorales como norma. La sexualización de la niñez, y los sin limites de la pornografía.
(2) Pérdida de valores y compromisos a largo plazo.
En el contexto del relativismo, el compromiso se ve debilitado, ya que la noción de valores universales es reemplazada por la idea de que cada individuo puede determinar su propia verdad y ética. Esta perspectiva individualista socava la disposición a comprometerse con principios compartidos, lo que dificulta la construcción de relaciones duraderas y significativas.
Resultado: Dificultad para valorar y sostener relaciones significativas y duraderas.
(3) Impacto del relativismo en roles familiares y valores tradicionales.
El relativismo en el posmodernismo ha contribuido a la disfunción familiar al alterar los valores tradicionales y los roles establecidos. La falta de un marco moral común dentro de la familia, derivada del relativismo, ha generado conflictos en las relaciones intergeneracionales, debilitando la cohesión familiar y disminuyendo la capacidad de transmitir valores sólidos a las generaciones futuras.
La Familia
Todo comienza en el hogar y el tipo de influencia que podemos y debemos ejercer en nuestros hogares, siendo responsables con nuestros rol de padre.
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
La influencia de los padres en los hijos comienza desde el nacimiento y se manifiesta de diversas maneras. No hay que ser un titulado en temas de conducta humana para comprender que en las primeras etapas de la vida, nosotros los padres somos los principales cuidadores de los niños, lo que nos permite influir en su desarrollo físico, emocional y cognitivo. La calidad de la interacción entre padres e hijos, el tipo de crianza que se proporciona y el modelo de comportamiento que los padres exhibimos, todo contribuye a la influencia que ejercemos sobre ellos.
A medida que los niños crecen, la influencia de los padres se extiende a áreas como la formación de valores, la toma de decisiones, la resolución de problemas y la autoestima. Los padres actúan como modelos a seguir y proporcionan orientación y apoyo a sus hijos a medida que estos desarrollan su identidad y personalidad. Además, los patrones de comunicación, la disciplina y el estilo de crianza que los padres emplean tienen un impacto significativo en el desarrollo emocional y conductual de los niños.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6,7
La forma más eficiente de perpetuar un legado, es haciendo a éste parte del diario vivir. ¿Cuán expuestos están nuestros hijos a la Palabra de Dios y a música cuyas letras edifiquen sus vidas? ¿Cuán intencionales somos para tener conversaciones con nuestros hijos, sobre los temas más relevantes, según sus edades, presentándoles una óptica bíblica? Para Dios perpetuar el temor a Él, y la sujeción de las próximas generaciones a su Palabra, ordenó a los padres de familia que transmitieran a sus hijos las palabras de la Ley. No era responsabilidad de los sacerdotes, sino de los padres de familia.
La decadencia moral sigue avanzando a una velocidad aterradora, pero no estamos indefensos, tenemos la Palabra. Pero la Biblia por sí misma, polvorienta sobre una mesa de noche, no puede hacer nada. Es nuestra responsabilidad formar en nuestros hijos un temor reverencial hacia Dios, y a través de hechos, palabras y conducta guiarles por el camino de la verdad.
Jose Luis Torres, predicador, conferencista y escritor puertorriqueño. Autor de "El Fina del Principio" y fundador del proyecto Legado.
La falta d comunicacion y la perdida del afecto culminó con mi matrimonio. Ella volvió a contraer matrimonio. E estado orando a Dios para volver al matrimonio con la persona correta ya que entiendo que la que fue mi esposa volvió a casarse, cayendo en el adulterio, y por lo tanto, este acto me da la libertad para volver al matrimonio con otra persona. Si en algo falto, pueden correjirme. Dios bendiga la iglesia.